«Translink» se desarrollará mediante un consorcio internacional formado por 13 miembros de 6 países europeos, 4 de ellos españoles: Institut Català de la Salut, Institut d’Investigació Biomèdica de Bellvitge (IDIBELL), InKemia IUCT Group (a través de su filial IUCT, S.A.) y la start-up Mind the Byte, con sede en el Parc Científic de Barcelona. Este es un proyecto que tendrá una duración de cuatro años y un presupuesto de 7,8 M €, cofinanciado por la Unión Europea, dentro del 7º Programa Marco. El jefe del grupo de nuevas terapias de genes y trasplantes y director de este proyecto en 2 hospitales del ICS, Rafael Máñez, destaca que este proyecto permitirá aplicar el conocimiento que se genere a la práctica médica, con posibilidades reales de impactar en la mejora del proceso de implantación de prótesis cardíacas biológicas.
Cada año 300.000 pacientes se benefician de una prótesis valvular cardíaca biológica con tejidos de origen animal, que presentan ventajas respecto a las prótesis mecánicas. El reemplazo de estas válvulas es la segunda intervención quirúrgica más frecuente en cirugía cardíaca, por lo que los resultados de esta colaboración público-privada tendrán un impacto importante sobre la población.
Kick-off de Translink en Padua
El 23 y 24 de septiembre, Padua (Italia) acaba de acoger la reunión de lanzamiento (kick-off) del proyecto europeo «TRANSLINK» (ácronimo de ‘”Defining the role of xeno-directed and autoimmune events in patients receiving animal-derived bioprosthetic heart valves”), que tiene como objetivo determinar los factores que gobiernan los riesgos del fallo de las prótesis valvulares cardíacas de origen biológico, así como mejorar el tiempo de vida de las mismas. El proyecto –que tendrá una duración de cuatro años– tiene un presupuesto de 7,8 M€ y está cofinanciado por la Unión Europea, dentro del 7º Programa Marco.
Los resultados de este proyecto tendrán un impacto importante sobre la población, ya que los trastornos asociados a las válvulas cardíacas constituyen la tercera causa de las enfermedades cardiovasculares y el reemplazo de estas prótesis es la segunda intervención quirúrgica más frecuente en cirugía cardíaca.
«TRANSLINK» se desarrollará mediante un consorcio internacional formado por 13 miembros (6 organismos públicos de investigación, 4 hospitales y 3 pymes) de 6 países europeos –coordinado por la Azienda Ospedaliera di Padova (Italia)– con recursos y capacidades complementarias que combinan la investigación aplicada en el ámbito clínico con la química médica, inteligencia artificial, experimentación celular y biotecnología.
Los partners españoles del proyecto son: el Institut Català de la Salut, el Institut d’Investigació Biomèdica de Bellvitge (IDIBELL), InKemia IUCT Group (a través de su filial IUCT, S.A.) y la start-up Mind the Byte, con sede en el Parc Científic de Barcelona. En el consorcio también participan el Institut National de la Santé et de la Recherche Médicale (Francia); el Centre Hospitalier Universitaire de Nantes (Francia); la University College London (Reino Unido); la Universidad de Tel Aviv (Israel); la Universidad de Gothenburg (Suecia); The Regents of the University of California (Estados Unidos) y la biotecnológica italiana Avantea.
Beneficios de las prótesis de origen animal
Cada año 300.000 pacientes se benefician de una prótesis valvular cardíaca de origen animal, que presenta ventajas respecto a las prótesis mecánicas, como la ausencia de la dependencia anticoagulante, ya que reducen el riesgo de formar coágulos que existe con las prótesis mecánicas. Sin embargo, este tipo de prótesis biológicas tienen el inconveniente de que su vida media es más corta, con mayor riesgo en pacientes jóvenes, motivo por el cual solo se aconsejan en pacientes de más de 65 años.
Los socios del consorcio «TRANSLINK» definirán los marcadores responsables del deterioro de las prótesis, y avanzarán en el conocimiento de la respuesta inmune a antígenos relacionados con estas prótesis valvulares cardiacas. Además, el proyecto pretende dar soluciones tanto desde el punto de vista de la prevención (con el desarrollo de prótesis valvulares cardiacas que no contengan antígenos responsables de la respuesta inmune) y en el tratamiento (con el desarrollo de bioadsorventes de los anticuerpos relacionados con el daño de las prótesis). Los resultados del proyecto podrían aumentar también las indicaciones de estas prótesis valvulares cardiacas de origen animal en pacientes jóvenes. Los miembros españoles del consorcio tienen un papel importante en las investigaciones clínicas y desarrollo de modelos experimentales para el conocimiento de las causas que gobiernan el daño de dichas válvulas, así como en el descubrimiento de nuevos tratamientos para evitarlo. Como compañía especializada en soluciones informáticas aplicadas a la investigación biotecnológica y biomédica, la aportación de la start-up Mind the Byte al proyecto consistirá en el descubrimiento y diseño computacional de nuevos compuestos contra los anticuerpos relacionados con el daño de las prótesis, como los dirigidos contra el ácido hialurónico y el anti-ácido N-glicolilneuroamínico,
“Translink es un proyecto de alto nivel científico y nos permitirá seguir apostando por la inversión en I+D y promoviendo activamente nuestra línea de negocio en un ecosistema estratégico, donde confluyen diferentes áreas de conocimiento del mundo universitario, de investigación y empresarial. Este consorcio es un claro ejemplo de la necesidad de la colaboración multidisciplinar”, declara Alfons Nonell-Canals, fundador y director general de Mind the Byte. Josep Castells i Boliart, Presidente de InKemia IUCT Group dice que “este consorcio está altamente equilibrado para cubrir todas las áreas de investigación. Cuenta con los mejores especialistas de cada área de conocimiento tanto a nivel molecular, como de diagnóstico, como quirúrgico. El consorcio de investigación también destaca por la presencia de pymes que permitirán la rápida implantación de los resultados que se consigan en este proyecto, consiguiendo que los resultados lleguen a los pacientes en un periodo razonable de tiempo”.
Emmanuele Cozzi, de la Azienda Ospedaliera di Padova, coordinador del proyecto, dice que “TRANSLINK ha reunido a un equipo muy fuerte de investigadores de primer nivel, cuya experiencia va desde la ciencia básica a la clínica, representando una oportunidad única para mejorar el resultado clínico de los pacientes que reciben bioprótesis valvulares cardíacas”.
Rafael Máñez Mendiluce, jefe del Servicio de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario de Belvitge y director de las investigaciones en el ICS, que incluye los hospitales de Bellvitge y Vall d’Hebron, e IDIBELL, dice que “tras la decepción que representó no poder llevar a la aplicación clínica el xenotrasplante de órganos y tejidos porcinos, este consorcio multidisciplinario permite aplicar en la práctica médica el conocimiento generado sobre la respuesta inmunitaria innata contra antígenos de otras especies, con posibilidades reales de poder impactar en la prevención de las complicaciones que limitan el implante de prótesis cardíacas biológicas”.