¿Cómo afectó el confinamiento al tratamiento de las personas con adicciones al juego?

  • Un grupo de investigación del IDIBELL y el Hospital de Bellvitge ha observado a un grupo de personas con adicción al juego a lo largo de nueve meses, durante y después del confinamiento.
  • Los resultados del estudio muestran que llevar poco tiempo de tratamiento, tener sintomatología depresiva o la ausencia de recursos de adaptación son factores de riesgo para dejar el tratamiento durante el confinamiento.
Susana Jimenez_2019

La pandemia del COVID-19 y el confinamiento han sido un reto para la población; de hecho, se ha constatado un incremento generalizado de los síntomas de ansiedad y depresión. Estos efectos han sido más graves en ciertos grupos, como es el caso de algunas de las personas que sufren un trastorno de adicción al juego. Para ellos y ellas, el aislamiento y el continuo acceso a Internet han tenido un impacto significativo. Sin embargo, los pacientes que ya estaban bien vinculados al programa de tratamiento, y a quienes el confinamiento privó de acceder a las máquinas de juego u otros tipos de juego presencial, presentaron una mejora.

Un equipo dirigido por la Dra. Susana Jiménez-Murcia, co-líder del grupo de investigación en psiconeurobiología de los transtornos de la conducta alimentaria y las conductas addictivas del IDIBELL y el Hospital Universitario de Bellvitge, ha estudiado cómo estas circunstancias adversas han influenciado en la tasa de abandono del tratamiento. Con este fin, han seguido un grupo de pacientes a lo largo de 9 meses, durante y después del confinamiento del inicio de la pandemia.

Los resultados del análisis, publicados en Frontiers in Psychology, muestran que un 37% de los pacientes dejó su tratamiento durante el confinamiento. El mayor determinante a que esto ocurriera era que llevaran poco tiempo haciendo tratamiento, ya que las tasas de abandono son mucho más elevadas al inicio, cuando todavía no se ha formado una relación lo suficientemente estrecha entre el paciente y el terapeuta. Otros hechos, como sufrir sintomatología depresiva o tener pocas técnicas de adaptación a los cambios, también parecieron estar presentes en pacientes que abandonaron el tratamiento. Después del confinamiento, en cambio, fueron las personas que tenían más preocupaciones por perder el trabajo las que presentaron más abandonos de la terapia.

Estos resultados pueden ser útiles para identificar con anticipación a los individuos con mayor riesgo de abandono ante situaciones similares -explica la Dra Jiménez-Murcia-, y poder actuar a tiempo para intentar evitar que dejen el tratamiento”.

 

 

El Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) es un centro de investigación en biomedicina creado en 2004. Está participado por el Hospital Universitario de Bellvitge y el Hospital de Viladecans del Instituto Catalán de la Salud, el Instituto Catalán de Oncología, la Universidad de Barcelona y el Ayuntamiento de L’Hospitalet de Llobregat.

El IDIBELL es miembro del Campus de Excelencia Internacional de la Universidad de Barcelona HUBc y forma parte de la institución CERCA de la Generalitat de Catalunya. En 2009 se convirtió en uno de los cinco primeros centros de investigación españoles acreditados como instituto de investigación sanitaria por el Instituto de Salud Carlos III. Además, forma parte del programa «HR Excellence in Research» de la Unión Europea y es miembro de EATRIS y REGIC. Desde el año 2018, IDIBELL es un Centro Acreditado de la Fundación Científica AECC (FCAECC).

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