El doctor Magriñá es uno de los pioneros en la aplicación de la cirugía robótica en ginecología. Desde el año 2003, en la Clínica Mayo de Arizona, donde ejerce, el doctor Magriñá y su equipo han desarrollado técnicas quirúrgicas con robots por tratar varias afecciones ginecológicas. El cirujano empezó a trabajar con el robot Zeus y, posteriormente, con el Da Vinci, el mismo que adquirió el Hospital de Bellvitge hace un año.
El cirujano de la Clínica Mayo hizo un repaso a la evolución de la cirugía robótica desde las primeras experiencias realizadas a comienzo de los años noventa. Magriñá explicó que actualmente en los Estados Unidos, cuatro de cada diez intervenciones de oncoginecología se realizan con cirugía robótica. Mientras las operaciones con laparoscopia se mantienen estables, el crecimiento de la cirugía robótica es imparable. El cirujano lo comparó con el aumento exponencial del uso de Internet y pronosticó que el año 2025 todos los hospitales norteamericanos operarán con robots.
Precisión, seguridad y coste
El doctor Magriñá resumió con tres palabras los aventajas de operar con un robot: “precisión, seguridad y coste”, y destacó que la cirugía robótica tiene resultados muy similares a los de la técnica laparoscópica tradicional pero es más fácil de aprender. El cirujano enseñó algunos vídeos de intervenciones ginecológicas complejas realizadas con el robot Da Vinci. También puso algunos ejemplos de otras aplicaciones de la robótica en la asistencia sanitaria, como la telemedicina, la llegada de la visita a distancia o la formación médica, y citó técnicas de nanotecnología que hoy parecen de ciencia ficción pero que pronto se usarán en los hospitales, como la cirugía mitocondrial y la cirugía genética.
Javier Magriñá acabó su charla afirmando que en el futuro será posible un quirófano dónde sólo trabajen robots. Cirujanos, anestesistas e instrumentistas de metal controlados a distancia, desde fuera de la sala de operaciones, que permitan más precisión y rapidez y también más asepsia.
Referente internacional
El curso de cirugía ginecológica que se celebra en el hospital de Bellvitge cada dos años se ha convertido en un referente internacional de esta especialidad. Durante tres días, ginecólogos de todo el mundo hablan sobre nuevos tratamientos quirúrgicos de las afecciones ginecológicas y realizan intervenciones que se pueden ver en directo desde la sala de actos del centro. El curso está dirigido por Jordi Ponce, jefe del Servicio de Ginecología del hospital de Bellvitge. El doctor Ponce liderará pronto un nuevo grupo de investigación de cirugía robótica en el IDIBELL.
04/04/2011