Investigadores del grupo de psiquiatría y salud mental del IDIBELL en el Hospital Universitario de Bellvitge han demostrado que la edad del paciente influye en la presentación del trastorno del de juego patológico y en su evolución clínica. Los resultados del estudio se han publicado en la revista Journal of Gambling Studies.
Rasgos de personalidad
El estudio se ha realizado con más de 2.300 pacientes de entre 17 y 86 años. La coordinadora del estudio Susana Jiménez Murcia explica que algunos rasgos de personalidad asociados a la edad son factores de riesgo en las diversas etapas de la vida. Los pacientes más jóvenes (de entre 17 y 35 años) tienen más tendencia a la impulsividad y a buscar nuevas sensaciones que actúan como factores precipitantes de la adicción al juego. En cambio, en las personas de edad avanzada (de entre 55 y 86 años) estos factores de riesgo disminuyen y aumentan otros como la evitación del daño (tendencia a la angustia y a la preocupación excesiva) y la cooperación. “Las personas mayores no juegan tanto por buscar el premio o por el reto de ganar o por la competitividad como hacen los jóvenes, sino que lo hacen para modular estados emocionales negativos”, ha explicado Jiménez. Los pacientes mayores “huyen de sentimientos de soledad, de insatisfacción o incluso de malestar físico”. “El único factor de la personalidad que no varía con la edad es la autodirección, la capacidad de tomar las riendas de nuestra vida, de ser persistentes con un objetivo”, afirma la investigadora. La investigación confirma que este factor “es bajo en todas las etapas y nos puede dar la clave para actuar en el tratamiento y en la prevención del trastorno”.
Intervención precoz
El estudio asocia los jóvenes con una edad de inicio más precoz y más severidad en la conducta del juego. “Una intervención precoz en estos pacientes hace que controlamos el problema en las primeras fases y podamos dar herramientas al paciente para que lo tenga controlado”. Y es que una de las conclusiones del estudio es que el juego patológico es un trastorno transitorio y episódico en la vida del paciente. “Observamos”, dice Jiménez, “que en determinados momentos de la vida y por influencia de factores sociales, ambientales y personales se puede controlar mejor esta conducta y, en cambio, en otras no, haciendo que se complique mucho la psicopatología. No se trata de un trastorno crónico de por vida”.
En los pacientes de entre 55 y 86 años, el trastorno está asociado a problemas de salud, mientras que en los de mediana edad se asocia a mayores problemas económicos. El estudio también ha detectado un inicio en el juego más tardío en las mujeres, hacia los 35-40 años, mientras que los hombres empiezan a jugar más jóvenes. La investigadora Susana Jiménez Murcia explica que en los últimos años ha cambiado el perfil del paciente como consecuencia del auge del juego por Internet: “ahora nos llegan a la consulta pacientes más jóvenes, con estudios universitarios y con niveles socioeconómicos más elevados. Debemos continuar haciendo trabajo para promover el juego responsable y también para informar del riesgo potencial del juego”.
Referencia del artículo
Granero R*. , Penedo E.*, Stinchfield R., Fernández-Aranda F.*, Savvidou L.G., Fröberg F., Aymamí N*. , Gómez-Peña M.*, Pérez-Serrano M.*, del PinoGutiérrez A .*, Menchón J.M.* and Jiménez-Murcia S*. . Is pathological gambling moderated by age? Journal of Gamblinh Studies. DOI 10.1007/s10899-013-9369-6.
*Investigadores de l’IDIBELL