Traslocación bacteriana en pacientes con cirrosis: relación con insuficiencia renal y su pronóstico

Dr José Such (1)

IDIBELL Seminars. 15 de junio de 2012. En la conferencia del Dr. José Such, de la Unidad Hepática del Hospital General y Universitario de Alicante y del CIBERehd, especializado en traslocación bacteria en pacientes con cirrosis, habló de traslocación y efectos clínicos. “La cirrosis provoca hipertensión portal, lo cual puede derivar en vasodilatación esplánica, y todo ello ocasionar el síndrome hiperdinámico. Pretendemos ver la relación entre traslocación bacteriana, es decir paso de las bacterias a través de la pared intestinal, con la cirrosis”, comentó el Dr. Such. Cuando la pared intestinal deja de ser lo suficientemente eficiente para mantener las bacterias y éstas la traspasan, pudiendo dar lugar a infecciones. Las deficiencias inmunes pueden permitir que las bacterias accedan y actúen en diversos territorios.

La detección de fragmentos genómicos bacterianos puede corresponder a bacterias viables o no, provocando infecciones o respuesta inflamatoria respectivamente. Pero, ¿Cuál es la incidencia de la traslocación bacteriana en pacientes con cirrosis? El 42 por ciento de los pacientes con ascitis mostraban un incremento de la proteína transportadora de lipopolisacáridos (LBP), molécula propuesta como marcador de la traslocación bacteriana, respecto a los controles. El 34 por ciento de los pacientes mostraron signos evidentes de traslocación. Las bacterias, al entrar en contacto con el ADN, que ha desarrollado receptores específicos, liberan citoquinas,
mostrando una respuesta inflamatoria.

Al comer hay un aumento de la vasodilatación, pero la presión portal se iguala. No ocurre así en los pacientes cirróticos, es decir, presentan una disfunción endotelial. Existe una alteración hemodinámica como respuesta a la inflamación.

Traslocación bacteriana e insuficiencia renal.

“Estudiamos pacientes de riesgo: pacientes con cirrosis con ascitis. Aquellos pacientes que recibieron norfloxacina (Nflx), mejoraban la supervivencia. La traslocación bacteriana puede llegar a causar la muerte del paciente, independientemente de la funcionalidad hepática del mismo”, explicó el Dr. Such. Al aplicar norfloxacina se detuvo la traslocación, por tanto la inflamación y la mortalidad. Hay que detectar la bacteria y, posteriormente, identificarla, para lo cual es necesario tres o cuatro días. La vasodilatación en distintas partes del organismo juega un papel fundamental en la patogenia. El bloqueo de traslocación, mediante Nflx disminuye la respuesta inflamatoria. La traslocación bacteriana puede considerarse como una diana terapéutica.

“Si identificamos los pacientes de riesgo, entonces se ha de aplicar la profilaxis primaria, aunque es el principal problema los potenciales casos de resistencia”, concluyó el Dr. Such.

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