C. elegans es un nematodo que mide un milímetro de longitud, aproximadamente. Se ha utilizado para estudiar la genética del desarrollo y el sistema nervioso, y en los últimos años está haciendo aportaciones en el estudio del envejecimiento, la muerte celular y la estructura del genoma. En 1998 se publicó la secuencia completa de su genoma, formado por unos veinte mil genes, un número similar al de los humanos.
La Plataforma de C. elegans del IDIBELL nace con la finalidad de facilitar la experimentación en este nematodo tanto a investigadores no especialistas en el modelo, como aquellos que ya lo conocen pero no disponen de la infraestructura o los conocimientos necesarios para llevar a cabo algunas técnicas como por ejemplo la generación de transgénicos. El servicio está situado en la tercera planta del Hospital Duran i Reynals, y está dirigido por Julián Cerón y Alberto Villanueva. La coordinadora de la plataforma es Montserrat Porta.
Actualmente, el organismo tiene un gran impacto en la investigación biomédica. De hecho, en los últimos años dos premios Nobel de Medicina y Fisiología han sido otorgados a investigadores que han realizado su investigación con este nematodo. El corto ciclo de vida así como la conservación de genes y vías de señalización implicadas en enfermedades humanas hacen de este gusano un modelo muy atractivo para validaciones in vivo.
C. elegans presenta varias características que lo hacen especialmente adecuado para la búsqueda: es transparente, lo que facilita su observación al microscopio, es hermafrodita, lo que favorece estudios genéticos, es un organismo simple con un sistema nervioso y digestivo bien definido y un número reducido de células, es fácil de mantener en el laboratorio, tiene una vida corta, de dos a tres semanas, lo que permite obtener resultados en poco tiempo, y es relativamente sencillo interrumpir la función de sus genes mediante interferencia por ARN (RNAi).