{"id":10268,"date":"2019-03-04T00:00:00","date_gmt":"2019-03-03T23:00:00","guid":{"rendered":"https:\/\/idibell.cat\/es\/blog\/2019\/03\/04\/la-sincronizacion-del-cerebro-con-los-sonidos-del-habla-facilita-el-aprendizaje-del-lenguaje\/"},"modified":"2020-05-19T15:46:23","modified_gmt":"2020-05-19T13:46:23","slug":"la-sincronizacion-del-cerebro-con-los-sonidos-del-habla-facilita-el-aprendizaje-del-lenguaje","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/idibell.cat\/es\/2019\/03\/la-sincronizacion-del-cerebro-con-los-sonidos-del-habla-facilita-el-aprendizaje-del-lenguaje\/","title":{"rendered":"La sincronizaci\u00f3n del cerebro con los sonidos del habla facilita el aprendizaje del lenguaje"},"content":{"rendered":"

Investigadores del Instituto de Neurociencias de la Universidad de Barcelona (NeuroUB) y el Instituto de Investigaci\u00f3n Biom\u00e9dica de Bellvitge (IDIBELL) han estudiado la sincronizaci\u00f3n de los ritmos motores del habla, es decir, los movimientos coordinados de la lengua, los labios y la mand\u00edbula que posibilitan el discurso, con los ritmos de la se\u00f1al de audio del habla. Los resultados muestran que el cerebro de algunas personas se adapta espont\u00e1neamente al ritmo de la voz que escuchan, mientras que otros no lo hacen. Seg\u00fan la investigaci\u00f3n, publicada en la revista Nature Neuroscience<\/i>, estos patrones reflejan diferencias en aspectos funcionales y estructurales de la red cerebral del lenguaje, as\u00ed como en la capacidad de aprender palabras nuevas. Este descubrimiento podr\u00eda ayudar a evaluar el desarrollo cognitivo-ling\u00fc\u00edstico de los ni\u00f1os.<\/span><\/span><\/span><\/p>\n

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El trabajo est\u00e1 liderado por la profesora ICREA Ruth de Diego Balaguer y por David Poeppel, de la Universidad de Nueva York. Tambi\u00e9n han participado el investigador de la UB Joan Orpella y otros expertos de la Universidad de Nueva York.<\/span><\/span><\/span><\/p>\n

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Dos patrones opuestos<\/span><\/b><\/span><\/span><\/p>\n

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Los humanos son muy buenos sincronizando los movimientos corporales con los sonidos (por ejemplo, cuando movemos los pies o la cabeza al ritmo de una canci\u00f3n). Ocurre sin esfuerzo, sin formaci\u00f3n previa, e incluso se ha demostrado esta capacidad en los beb\u00e9s. La mayor parte de la investigaci\u00f3n actual en este \u00e1mbito se ha centrado en c\u00f3mo los movimientos corporales son impulsados <\/span>\u200b\u200b<\/span>por el ritmo musical, pero se sabe muy poco de c\u00f3mo funciona esta sincronizaci\u00f3n en el caso del habla.<\/span><\/span><\/span><\/p>\n

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Con el objetivo de profundizar en la vinculaci\u00f3n entre los ritmos motores y las se\u00f1ales de audio del habla, los investigadores dise\u00f1aron una tarea aparentemente simple: durante un minuto, los participantes ten\u00edan que escuchar una secuencia r\u00edtmica de s\u00edlabas ( la<\/i>, de<\/i> fum<\/i>…) y, al mismo tiempo, deb\u00edan susurrar continuamente la s\u00edlaba ta<\/i>. El an\u00e1lisis de los resultados encontr\u00f3 un patr\u00f3n inesperado: la poblaci\u00f3n est\u00e1 dividida en dos grupos. Mientras que algunas personas sincronizan espont\u00e1neamente los susurros con la secuencia de s\u00edlabas (buenos sincronizadores), otros permanecen impermeables al ritmo externo (malos sincronizadores). \u00abEste efecto es sorprendentemente robusto y muy estable en el tiempo. De hecho, hemos visto replicarse estos patrones en m\u00e1s de trescientas personas en diversas condiciones. Por ejemplo, comprobamos que los buenos y malos sincronizadores lo eran tambi\u00e9n si volv\u00edan a realizar la misma tarea el mismo d\u00eda, al cabo de una semana o al cabo de un mes\u00bb, explica Ruth de Diego Balaguer, investigadora de la Unidad de Cognici\u00f3n y Plasticidad Cerebral del IDIBELL y la UB.<\/span><\/span><\/span><\/p>\n

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Diferencias en las conexiones neuronales y el comportamiento<\/span><\/b><\/span><\/span><\/p>\n

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Ante unos patrones tan diferenciados, los investigadores estudiaron si estas variaciones ten\u00edan implicaciones en la organizaci\u00f3n cerebral y en el comportamiento. Para estudiar las diferencias fisiol\u00f3gicas, se obtuvieron datos de resonancia magn\u00e9tica de los participantes en el experimento mediante la t\u00e9cnica de tensor de difusi\u00f3n, que permite reconstruir las fibras de sustancia blanca que conectan las diversas regiones cerebrales. Los resultados muestran que los buenos sincronizadores tienen m\u00e1s materia blanca en las v\u00edas que conectan \u00e1reas de percepci\u00f3n del habla (o\u00eddo) con \u00e1reas de producci\u00f3n de voz (habla).<\/span><\/span><\/span><\/p>\n

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Tambi\u00e9n se realiz\u00f3 un estudio de magnetoencefalograf\u00eda (MEG) en el que se registr\u00f3 la actividad neuronal mientras los participantes escuchaban pasivamente secuencias r\u00edtmicas sil\u00e1bicas. Dicho estudio mostr\u00f3 que los buenos sincronizadores se acompasaban m\u00e1s a los est\u00edmulos que el otro grupo de personas, y que lo hac\u00eda la parte del cerebro implicada en la planificaci\u00f3n motora del lenguaje. \u00abEso implica que las \u00e1reas relacionadas con la producci\u00f3n del habla tambi\u00e9n est\u00e1n implicadas en la percepci\u00f3n del habla, lo que probablemente nos ayuda a hacer un seguimiento de los ritmos de voz externos\u00bb, detalla la investigadora. <\/span><\/span><\/span><\/p>\n

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Finalmente, los investigadores comprobaron las divergencias en el comportamiento entre los dos grupos. \u00abTestamos si hab\u00eda diferencias entre sincronizadores buenos y malos en el aprendizaje de nuevas palabras escuchadas en habla continua, y observamos que los buenos sincronizadores aprenden mejor que el otro grupo\u00bb, destaca Ruth de Diego Balaguer.<\/span><\/span><\/span><\/p>\n

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Una metodolog\u00eda que abre nuevas v\u00edas de investigaci\u00f3n<\/span><\/b><\/span><\/span><\/p>\n

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El experimento dise\u00f1ado en esta investigaci\u00f3n podr\u00eda servir para caracterizar las diferencias individuales y potenciar la investigaci\u00f3n ling\u00fc\u00edstica. \u00abEsta metodolog\u00eda puede permitir encontrar efectos que antes estaban enmascarados agrupando poblaciones con atributos neuronales y de comportamiento sustancialmente distintos. Adem\u00e1s, pensamos que el uso de esta prueba podr\u00eda reforzar el diagn\u00f3stico precoz de diferentes patolog\u00edas (por ejemplo, alzh\u00e9imer, p\u00e1rkinson o esclerosis m\u00faltiple) y ayudar a evaluar el desarrollo cognitivo-ling\u00fc\u00edstico de los ni\u00f1os\u00bb, concluye la investigadora.<\/span><\/span><\/span><\/p>\n

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Este trabajo ha recibido el apoyo de la ayuda NIH 2R01DC05660 de los Institutos Nacionales de Salud (Estados Unidos) y del programa FP7Ideas con la ayuda ERC-StG-313841 del Consejo Europeo de Investigaci\u00f3n (ERC).<\/span><\/span><\/span><\/p>\n

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Un estudio publicado en Nature Neuroscience demuestra que el cerebro de ciertas personas se sincroniza con el ritmo de la voz que escuchan, mientras que el de otras no lo hace<\/p>\n","protected":false},"author":6,"featured_media":10269,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"site-sidebar-layout":"no-sidebar","site-content-layout":"page-builder","ast-site-content-layout":"","site-content-style":"default","site-sidebar-style":"default","ast-global-header-display":"","ast-banner-title-visibility":"","ast-main-header-display":"","ast-hfb-above-header-display":"","ast-hfb-below-header-display":"","ast-hfb-mobile-header-display":"","site-post-title":"","ast-breadcrumbs-content":"","ast-featured-img":"","footer-sml-layout":"","theme-transparent-header-meta":"default","adv-header-id-meta":"","stick-header-meta":"default","header-above-stick-meta":"","header-main-stick-meta":"","header-below-stick-meta":"","astra-migrate-meta-layouts":"default","ast-page-background-enabled":"default","ast-page-background-meta":{"desktop":{"background-color":"","background-image":"","background-repeat":"repeat","background-position":"center center","background-size":"auto","background-attachment":"scroll","background-type":"","background-media":"","overlay-type":"","overlay-color":"","overlay-gradient":""},"tablet":{"background-color":"","background-image":"","background-repeat":"repeat","background-position":"center center","background-size":"auto","background-attachment":"scroll","background-type":"","background-media":"","overlay-type":"","overlay-color":"","overlay-gradient":""},"mobile":{"background-color":"","background-image":"","background-repeat":"repeat","background-position":"center center","background-size":"auto","background-attachment":"scroll","background-type":"","background-media":"","overlay-type":"","overlay-color":"","overlay-gradient":""}},"ast-content-background-meta":{"desktop":{"background-color":"var(--ast-global-color-5)","background-image":"","background-repeat":"repeat","background-position":"center center","background-size":"auto","background-attachment":"scroll","background-type":"","background-media":"","overlay-type":"","overlay-color":"","overlay-gradient":""},"tablet":{"background-color":"var(--ast-global-color-5)","background-image":"","background-repeat":"repeat","background-position":"center center","background-size":"auto","background-attachment":"scroll","background-type":"","background-media":"","overlay-type":"","overlay-color":"","overlay-gradient":""},"mobile":{"background-color":"var(--ast-global-color-5)","background-image":"","background-repeat":"repeat","background-position":"center center","background-size":"auto","background-attachment":"scroll","background-type":"","background-media":"","overlay-type":"","overlay-color":"","overlay-gradient":""}},"footnotes":""},"categories":[279,277],"tags":[],"publishpress_future_action":{"enabled":false,"date":"2024-05-04 23:58:10","action":"change-status","newStatus":"draft","terms":[],"taxonomy":"category"},"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/idibell.cat\/es\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/10268"}],"collection":[{"href":"https:\/\/idibell.cat\/es\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/idibell.cat\/es\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/idibell.cat\/es\/wp-json\/wp\/v2\/users\/6"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/idibell.cat\/es\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=10268"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/idibell.cat\/es\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/10268\/revisions"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/idibell.cat\/es\/wp-json\/wp\/v2\/media\/10269"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/idibell.cat\/es\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=10268"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/idibell.cat\/es\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=10268"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/idibell.cat\/es\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=10268"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}