La Ombudsperson de investigación o defensora de investigación es una figura independiente, debidamente calificada y de gran integridad personal. Su tarea es ser mediadora y consejera en casos de conflicto en materia de buenas prácticas científicas, y es nombrada por la Dirección del Instituto y el Comité Científico Interno.

La Ombudsperson de investigación está accesible a todo el personal investigador para los casos en que hubiera la sospecha de una posible vulneración de los principios de la buena práctica científica. La Ombudsperson asegura discreción acerca de la información que señalen una posible mala conducta o conflicto profesional. Así mismo, las gestiones de la Ombudsperson son confidenciales, y no está obligada a revelar esta información a los órganos de gestión del Instituto.

La Ombudsperson mantiene una vigilancia sobre la marcha general de la investigación e identifica áreas problemáticas que pueden dar lugar a mala conducta científica o conflictos profesionales.

La Ombudsperson colabora con un comité permanente de integridad y ética de la investigación (CIR) que complementa las acciones del Ombudsperson, dándole el apoyo y refuerzo necesario.