Muchos de los pacientes que reciben un trasplante renal son tratados con el fármaco tacrolimus (Tac), un medicamento que disminuye la actividad del sistema inmunitario para evitar que el organismo rechace el órgano trasplantado. Hasta hace poco, la dosis inicial de este fármaco se decidía en función sólo del peso corporal de la persona. Una vez alcanzado el estado estacionario, las siguientes dosis se ajustan según la experiencia empírica del médico, por ensayo y error y en función de los valores de Tac en sangre. Administrar la dosis correcta de Tac es crucial: si durante los primeros días después de un trasplante renal los pacientes tratados con este fármaco están demasiado o demasiado poco expuestos, aumenta el riesgo de complicaciones, como la toxicidad o el rechazo. Además, Tac es un fármaco con un margen terapéutico muy estrecho, por eso es necesaria una buena monitorización de sus niveles en sangre.
Ahora, investigadores del grupo de nefrología y trasplante renal del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge y del Hospital Universitario de Bellvitge, liderados por la Dra. Núria Lloberas, se han afrontado al reto de encontrar la dosis terapéutica de Tac que se adapte a las características individuales de los pacientes para así conseguir un buen equilibrio entre eficacia y toxicidad. Para ello, han estudiado detalladamente el metabolismo del fármaco, que el organismo lleva a cabo a través de la acción enzimática del citocromo P450 3A (de forma abreviada, CYP3A). CYP3A4 y CYP3A5 son enzimas localizadas principalmente en el hígado y en el intestino, que oxidan pequeñas moléculas extrañas, como las toxinas o los fármacos, para que puedan ser eliminadas del organismo.
Por otro lado, Tac también se caracteriza por mostrar una gran variabilidad, tanto intra como inter-pacientes, lo que supone un factor de riesgo de mayor probabilidad de rechazo y efectos secundarios. El estudio, recientemente publicado en la revista Nefrología, ha analizado un total de 425 pacientes trasplantados de riñón, a los que, por un lado, se les han determinado los polimorfismos genéticos de CYP3A (CYP3A4 y CYP3A5) que afectan al metabolismo del Tac, y por otro, la relación concentración/dosis (C/D) del fármaco (es decir, su farmacocinética). Los participantes fueron clasificados en tres fenotipos, metabolizadores rápidos, intermedios y lentos, y se analizó si la estratificación de los pacientes según la relación C/D coincidía con la clasificación según los polimorfismos de CYP3A4/5.
Según la Dra. Anna Vidal-Alabró, primera firmante del artículo e investigadora del grupo de investigación en nefrología y trasplante renal del IDIBELL y el Hospital de Bellvitge, “ambas estrategias se proponen como una herramienta adicional para individualizar la dosis de Tac en pacientes trasplantados”. Con este estudio se ha visto que poder saber qué tipo de metabolizador es el paciente, tanto según los polimorfismos del CYP (importante para la dosis de inicio) como determinando el cociente C/D (importante en las dosis de seguimiento), permite diferenciar la exposición al Tac y, en consecuencia, individualizar sus dosis. Probablemente, la combinación de ambos criterios de clasificación sería una buena herramienta para poder personalizar las dosis de Tac en los pacientes trasplantados.
En resumen, mantener un buen régimen inmunosupresor, especialmente en las primeras etapas después del trasplante de riñón, es fundamental para asegurar un buen pronóstico del trasplante a largo plazo. La alta variabilidad intra e interindividual de respuesta al Tac hace que el ajuste correcto de la dosis sea un reto, por lo que conocer el fenotipo metabolizador del paciente trasplantado puede resultar de gran utilidad.
El Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) es un centro de investigación en biomedicina creado en 2004. Está participado por el Hospital Universitario de Bellvitge y el Hospital de Viladecans del Instituto Catalán de la Salud, el Instituto Catalán de Oncología, la Universidad de Barcelona y el Ayuntamiento de L’Hospitalet de Llobregat.
El IDIBELL es miembro del Campus de Excelencia Internacional de la Universidad de Barcelona HUBc y forma parte de la institución CERCA de la Generalitat de Catalunya. En 2009 se convirtió en uno de los cinco primeros centros de investigación españoles acreditados como instituto de investigación sanitaria por el Instituto de Salud Carlos III. Además, forma parte del programa «HR Excellence in Research» de la Unión Europea y es miembro de EATRIS y REGIC. Desde el año 2018, IDIBELL es un Centro Acreditado de la Fundación Científica AECC (FCAECC).