La investigación, liderada por la Dra. Estela Càmara y la investigadora de doctorado Audrey De Paepe, ayuda a entender la apatía, el perfil más psiquiátrico de la enfermedad de Huntington, que tiene un impacto muy grande en la calidad de vida de los pacientes.
La apatía, que se define como una falta de motivación e interés generalizado, es un síndrome más complejo que se divide en tres subtipos: la apatía cognitiva (falta de iniciativa para la realización de actividades cognitivas), el déficit en la autoactivación (falta de empuje para empezar las cosas) y la apatía emocional (disminución de expresión de emociones). Conocer bien la apatía es clave, puesto que es una manifestación patológica en múltiples desórdenes neurológicos. Por ejemplo, en el caso de la enfermedad de Huntington, la apatía se considera un marcador de progresión.
Ahora un grupo del IDIBELL y la Universidad de Barcelona ha demostrado la efectividad de un test para medir la apatía en la enfermedad de Huntington que además es capaz de discernir distintos perfiles apáticos. Este test, llamado LARS-s (siglas en inglés de Short-Lille Apathy Rating Scale) consiste en una entrevista estandarizada basada en una escala dicotómica estructurada, reduciendo así las interpretaciones subjetivas. «Hay mucha variabilidad entre los diferentes tipos apáticos, por tanto, estudiar los perfiles de apatía de cada paciente puede abrir nuevas perspectivas para entender esta sintomatología que actualmente tiene un tratamiento muy reducido.» Además, «es clave tener escalas clínicas que nos permitan establecer un diagnóstico diferencial apropiado con otros síntomas como la depresión o el deterioro cognitivo» añade la Dra. Estela Càmara, líder del proyecto e investigadora principal del IDIBELL.
En paralelo a la validación del test, el estudio intenta correlacionar los distintos perfiles de apatía con la activación de determinadas regiones cerebrales a partir de neuroimagen. Los resultados muestran que anatómicamente la apatía está relacionada con redes motoras, cognitivas y límbicas, y que existe cierta correspondencia entre los distintos perfiles y la activación de determinados ganglios corticales y subcorticales. La Dra. Estela Càmara concluye que «estos descubrimientos incentivan profundizar en el estudio de los subtipos de apatía para identificar dianas terapéuticas personalizadas en trastornos neurológicos además de la enfermedad de Huntington«.