Un estudio liderado por la Unidad de Inmunodeficiencias Primarias del Hospital Universitario de Bellvitge (HUB) y el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) indica que las vacunas frente al SARS-CoV-2 son seguras y eficaces en la mayoría de pacientes con inmunodeficiencia.
Estas vacunas se desarrollaron con el objetivo de proteger a la población de las formas más graves de COVID-19. Hoy, se han convertido en una de las principales herramientas para controlar la pandemia. Y aunque las vacunas están siendo muy efectivas en las personas con un sistema inmunitario competente, todavía no está bien establecido la respuesta que pueden tener las personas con inmunosupresión.
El artículo publicado en la revista Frontiers in Immunology muestra que tres de cada cuatro persones que presentan un defecto grave del sistema inmunitario llamado inmunodeficiencia común variable producen anticuerpos y generan una respuesta correcta de las células inmunitarias con la vacunación. Por otra parte, la mitad de las personas que por causas médicas toman medicación que reduce el número de células B, las células productoras de anticuerpos, no generan una respuesta de anticuerpos adecuada después de la vacunación por SARS-CoV -2, pero sí muestran una respuesta celular protectora en casi todos los casos. Por tanto, a pesar de la aparente falta de respuesta protectora de anticuerpos, estos individuos también se benefician de la protección que confieren estas vacunas a través de la respuesta celular.
El Dr. Xavier Solanich, investigador principal del IDIBELL y especialista del Servicio de Medicina Interna del Hospital de Bellvitge apunta que la eficacia de estas vacunas en personas con defectos inmunitarios es inferior a la de la población sana, pero sigue siendo muy elevada, y por tanto, es una medida de prevención imprescindible para este colectivo.
En el estudio también se identifican factores predictores, como los niveles de determinadas células del sistema inmunitario, que indican si un paciente con defectos congénitos responderá o no a la vacuna del SARS-CoV-2. «Disponer de factores predictores puede ser muy útil en la práctica clínica porque puede permitir anticiparnos a ciertas situaciones. En nuestro estudio hemos sido capaces de determinar sólo en uno de los subgrupos de pacientes, y por tanto, son necesarios nuevos estudios en este sentido» declara el Dr. Arnau Antolí, primer autor del artículo e investigador del IDIBELL y el Hospital Universitario de Bellvitge.
Los investigadores apuntan finalmente que no haber desarrollado una respuesta idónea a la vacunación no implica que estos pacientes deban presentar una COVID-19 grave. De hecho, la evolución de la COVID-19 está en parte determinada por la inmunosupresión pero depende en gran medida de otros muchos factores como la edad avanzada o ciertas comorbilidades.
El Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) es un centro de investigación en biomedicina creado en 2004. Está participado por el Hospital Universitario de Bellvitge y el Hospital de Viladecans del Instituto Catalán de la Salud, el Instituto Catalán de Oncología, la Universidad de Barcelona y el Ayuntamiento de L’Hospitalet de Llobregat.
El IDIBELL es miembro del Campus de Excelencia Internacional de la Universidad de Barcelona HUBc y forma parte de la institución CERCA de la Generalitat de Catalunya. En 2009 se convirtió en uno de los cinco primeros centros de investigación españoles acreditados como instituto de investigación sanitaria por el Instituto de Salud Carlos III. Además, forma parte del programa «HR Excellence in Research» de la Unión Europea y es miembro de EATRIS y REGIC. Desde el año 2018, IDIBELL es un Centro Acreditado de la Fundación Científica AECC (FCAECC).