El sistema inmunitario tiene puntos de control endógenos que inhiben la respuesta inmunitaria para evitar que ésta sea excesiva y nos acabe dañando. Actualmente, múltiples inmunoterapias contra el cáncer se dirigen contra estos puntos de control. La finalidad es bloquear esta retroalimentación negativa para permitir y favorecer que el sistema inmunitario propio del paciente ataque las células tumorales.
La aparición de estos inhibidores de los puntos de control inmunológico ha obligado a los oncólogos a lidiar con nuevos efectos adversos. A pesar de presentar menos que las terapias más clásicas, se ha reportado un amplio abanico de repercusiones neurológicas en el 2-6% de los pacientes, amenazando la vida en algunos casos. Entre estas destaca la inflamación del cerebro, o encefalitis, las características clínicas de la cual son heterogéneas y no están sistematizadas, además, los factores de riesgo, pronóstico y eficacia del tratamiento siguen siendo desconocidos hasta ahora.
El grupo de investigación de Neuro-Oncología, liderado por el Dr. Jordi Bruna, jefe de grupo en el IDIBELL y coordinador de la Unidad funcional de Neuro-Oncología del HUB-ICO, junto con el CREST (Clinical Research in Solid Tumores) ha caracterizado esta complicación con el análisis de sus propios casos y una revisión sistematizada de los publicados en la literatura médica. El estudio concluye que esta inflamación del cerebro puede manifestarse de dos maneras cada una con un pronóstico concreto.
Un primer grupo de pacientes presenta después del tratamiento una inflamación difusa del cerebro y las meninges que se traduce en dolor de cabeza, fiebre e impedimentos en el lenguaje, estos pacientes suelen tener un pronóstico favorable. Sin embargo, hay personas que desarrollan síndromes más agresivos focalizadas en regiones concretas del cerebro. En estos casos la presencia o no de autoanticuerpos, que reconozcan proteínas propias cerebrales, es determinante para establecer el pronóstico.
La presencia de autoanticuerpos contra estructuras cerebrales, como efecto colateral de la respuesta inmunitaria del paciente contra el cáncer, ya sea inducida por los nuevos tratamientos de inmunoterapia o, presentes de forma subclínica antes de iniciarlo y potenciados en el momento de administrarlo, se asocian con un pronóstico muy desfavorable en esta complicación.
En resumen, el estudio publicado en la revista JAMA Neurology indica que el pronóstico de la encefalitis causada por el tratamiento con inhibidores de los puntos de control inmunológico viene determinado por dos manifestaciones clínicas, combinado con la presencia de autoanticuerpos en el líquido cefalorraquídeo. Estos hallazgos pueden ayudar a hacer un diagnóstico precoz y mejorar el manejo de los pacientes que presentan efectos secundarios de la inmunoterapia oncológica.
El Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) es un centro de investigación en biomedicina creado en 2004. Está participado por el Hospital Universitario de Bellvitge y el Hospital de Viladecans del Instituto Catalán de la Salud, el Instituto Catalán de Oncología, la Universidad de Barcelona y el Ayuntamiento de L’Hospitalet de Llobregat.
El IDIBELL es miembro del Campus de Excelencia Internacional de la Universidad de Barcelona HUBc y forma parte de la institución CERCA de la Generalitat de Catalunya. En 2009 se convirtió en uno de los cinco primeros centros de investigación españoles acreditados como instituto de investigación sanitaria por el Instituto de Salud Carlos III. Además, forma parte del programa «HR Excellence in Research» de la Unión Europea y es miembro de EATRIS y REGIC. Desde el año 2018, IDIBELL es un Centro Acreditado de la Fundación Científica AECC (FCAECC).