El Estado español se sitúa entre los países que han hecho menos para evitar la interferencia de la industria del tabaco en las políticas de control del tabaquismo durante el periodo del 2018 al 2019. Así lo indica el último ‘Índice Global de Interferencia de la Indústria del Tabaco’ que se hizo público el pasado 17 de noviembre. En este informe se clasifica el comportamiento de 57 países y las medidas que toman los gobiernos de los diferentes niveles estatales para contrarrestar las interferencias de la industria del tabaco, tal y como indica el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, tratado internacional del que el estado Español es signatario desde 2005.
De hecho, España, en la posición 36 de 57, ha recibido una puntuación similar a Kazastán, Malasia y Alemania, que en este caso tampoco sale bien parada. El listado lo encabezan Brunei y Francia, en primer y segundo lugar respectivamente, como los países que más han hecho para protegerse frente a las injerencias de la industria del tabaco. Cierran esta lista países como Indonesia y Japón que han sido los que menos han hecho para protegerse ante esta injerencia.
El informe a nivel del Estado español ha sido elaborado por Rodrigo Córdoba, Esteve Fernández, Francisco Rodríguez Lozano. Armando Peruga y Olena Tigova en el marco de las actividades que realiza el Instituto Catalán de Oncología (ICO)- Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) como Centro Colaborador de la OMS para el Control del Tabaco.
Campañas engañosas y puertas giratorias
El informe profundiza en diversos componentes de la interferencia de la industria y destaca como aspecto positivo que el gobierno del Estado no ha dejado que la industria le imponga medidas especificas contra el tabaquismo. De todos modos, el director de Epidemiología y Prevención del Cáncer del Instituto Catalán de Oncología (ICO)- Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) y responsable del informe en España, Esteve Fernández, asegura que “España ha recibido una puntuación mala por no frenar las campañas de responsabilidad social corporativa que utiliza la industria del tabaco para auto promocionarse”. De hecho, el informe documenta la colaboración generalizada con la industria del tabaco de los gobiernos nacional, autonómicos, provinciales y municipales en estas campañas.
Otra área en la que se debe mejorar sustancialmente es el de los conflictos entre los intereses de la industria y las actividades a favor de ellos de ex altos cargos del Gobierno. Así pues, el informe documenta “casos sorprendentes de ex altos cargos que en la actualidad trabajan para la industria del tabaco” tal y como indica Fernández. Además, también existiría un conflicto entre el interés económico del Estado, en la venta del tabaco, a través de la ‘Compañía Española de Tabaco en Rama’ (CETARSA) y el ‘Comisionado para el Mercado de Tabacos’, y el interés de proteger la salud de la población. En todo caso, la permeabilidad de estas instituciones con la industria genera una fuerte apariencia de conflictos de interés.
¿Cuáles son las recomendaciones dirigidas al Estado para mejorar los resultados?
Finalmente, el informe da una serie de recomendaciones a las administraciones de los distintos niveles del Estado español para contrarrestar la influencia de la industria como son:
- Construir cortafuegos efectivos entre todos los organismos públicos involucrados en el mercado del tabaco, CETARSA y el Comisionado por el Mercado de Tabacos (ambas derivadas de la privatización de Tabacalera) y a la influencia de la industria del tabaco y traspasar a la futura Agencia de Salud Pública estatal algunas de las funciones del Comisionado, que sorprendentemente, sigue manteniendo como vigilante de la industria.
- Concienciar sobre la interferencia de la industria del tabaco a los gobiernos nacionales y autonómicos, particularmente en aquellos departamentos que habitualmente participan en las actividades de autopromoción de la industria como pueden ser financiación, desarrollo, salud, medio ambiente o aspectos relacionados con la política de la mujer.
- Evitar que las administraciones públicas participen en las actividades de autopromoción de las industrias del tabaco y sus aliados, bajo el paraguas de la Responsabilidad Social Corporativa.
- Establecer criterios para limitar las interacciones, al mínimo indispensable, de los gobiernos y la industria del tabaco y asegurar una transparencia total de todas las interacciones que se produzcan. Como mínimo se deberán hacer público los órdenes del día, actos y acuerdos establecidos en las reuniones que se celebren.
- Apoyar desde los gobiernos a la sociedad civil para que participen en todos los esfuerzos para contrarrestar a la industria del tabaco, a través del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo.
El Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) es un centro de investigación en biomedicina creado en 2004. Está participado por el Hospital Universitario de Bellvitge y el Hospital de Viladecans del Instituto Catalán de la Salud, el Instituto Catalán de Oncología, la Universidad de Barcelona y el Ayuntamiento de L’Hospitalet de Llobregat.
El IDIBELL es miembro del Campus de Excelencia Internacional de la Universidad de Barcelona HUBc y forma parte de la institución CERCA de la Generalitat de Catalunya. En 2009 se convirtió en uno de los cinco primeros centros de investigación españoles acreditados como instituto de investigación sanitaria por el Instituto de Salud Carlos III. Además, forma parte del programa «HR Excellence in Research» de la Unión Europea y es miembro de EATRIS y REGIC. Desde el año 2018, IDIBELL es un Centro Acreditado de la Fundación Científica AECC (FCAECC).