Los doctores Fernando Fernández-Aranda y Susana Jiménez-Murcia, investigadores del IDIBELL y del Hospital Universitario de Bellvitge, además de profesores de la Facultad de Ciencias de la Salut de la Universidad de Barcelona (UB) e investigadores del CIBERobn, juntamente con los doctores Bru Cormand y Raquel Rabionet, investigadores y profesores de la Facultad de Biología de la UB, y también investigadores del CIBER-ER, Instituto de Investigación Sant Joan de Deu (IRSJD) y el IBUB, han participado en un estudio internacional que ha identificado los tipos celulares implicados en diversos trastornos del cerebro. El trabajo, publicado en la revista Nature Genetics, destaca la implicación de las células de sistema nervioso del intestino en la enfermedad de Parkinson, sugiriendo que la enfermedad podría tener allí su origen. Además, también han visto que los oligodendrocitos se ven afectados prematuramente.
El sistema nervioso está formado por cientos de tipos celulares con funciones bien diferenciadas. Es vital entender cuáles son los tipos celulares afectados en cada trastorno por descifrar las causas, y en última instancia, diseñar un tratamiento.
Los estudios genéticos nos indican cuáles son los genes alterados en cada trastorno, pero no sabemos en qué células estos genes se están expresando de manera irregular. Los investigadores de este estudio, liderado por el Instituto Karolinska y la Universidad de Carolina del Norte, han combinado los conocimientos de análisis genético en humanos con los patrones conocidos de expresión de genes en cada tipo celular en ratón.
En el estudio se ha hecho especial énfasis en conocer los tipos celulares afectados en trastornos como el Parkinson, una enfermedad neurodegenerativa con afectaciones cognitivas y motoras. Para la enfermedad de Parkinson, tal como era de esperar, se han encontrado afectaciones de las neuronas dopaminérgicas, pero, sorprendentemente, también se han observado alteraciones en las neuronas entéricas, sugiriendo una posible relación del intestino con la enfermedad.
Otro descubrimiento sorprendente del estudio es la afectación de las neuronas de apoyo del cerebro, los oligodendrocitos. Estas se ven afectadas de manera temprana, antes de que haya afectación de las neuronas dopaminérgicas, lo que las convierte en una diana muy interesante para el diseño de tratamientos precoces.
Articulo adaptado del Instituto Karolinska: https://news.ki.se/parkinsons-disease-may-start-in-the-gut