La mayoría de los casos de epilepsia se pueden tratar con medicación. Sin embargo, hay ciertas ocasiones en las que la medicación no es suficiente y hay que pasar a la cirugía, sería el caso de las epilepsias causadas por esclerosis del hipocampo. En este tipo de epilepsias se procede a la extirpación del hipocampo dañado, lo que en la mayoría de casos conlleva una mejora significativa del estado de los pacientes. Aun así, un 30% de los pacientes mejoran pero siguen sufriendo episodios de crisis.
En este estudio, realizado en el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) y en el Hospital Universitario de Bellvitge (HUB) y la Universidad de Barcelona (UB) y publicado en la revista europea de epilepsia, Seixure, se propusieron definir ciertos parámetros que pudieran pronosticar si pacientes con este tipo de epilepsia sometidos a cirugía tendrían un buen pronóstico postoperacional. Para ello compararon diferentes tipos de imágenes de resonancia magnética, hechas previamente a las operaciones, de pacientes a los que se les habían suprimido por completo los episodios de crisis, pacientes «curados», y pacientes que no, pacientes «no curados».
La mayoría de los estudios de este tipo de epilepsias se centran en el análisis de la región dañada, el hipocampo esclerótico. Sin embargo, la Dra. Estela Cámara investigadora de l’IDIBELL y de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salut de la UB, y líder del proyecto, apunta que, en el estudio realizado, se han centrado en examinar el hipocampo del otro hemisferio del cerebro, el que no ha sido dañado. Esto les ha permitido, a través de una resonancia clásica de alta resolución, definir subregiones del hipocampo para posteriormente, con una resonancia para difusión, determinar el grado de conectividad en cada una de ellas, o dicho de otro modo, definir la integridad del cableado de estas subregiones. Después de 5 años de seguimiento de los pacientes sometidos a cirugía, vieron que aquellos que seguían presentando episodios de crisis tenían un hipocampo menos integro, más desorganizado, que aquellos en los que los episodios habían desaparecido completamente.
El Dr. Jacint Sala, primer autor del trabajo, nos explica que «el cerebro es una estructura altamente organizada, ya que las neuronas se organizan en grandes haces o columnas, y es a través de las imágenes de difusión, que podemos caracterizar la configuración de estos haces y así establecer una medida de conectividad cerebral». En la resonancia por difusión, medimos el movimiento del agua entre estos grandes haces, ya que cuando se pierde la estructura y la conectividad en una región, el agua pasa a fluir con más facilidad en todas direcciones y pierde direccionalidad. En este estudio, la cuantificación de la conectividad de las subregiones del hipocampo no operado les ha dado una nueva herramienta para pronosticar la eficacia que tendrá la extirpación del hipocampo esclerótico en la desaparición de los episodios de crisis de ese paciente.
Estos resultados indican que aquellos pacientes que no superan los episodios de crisis después de la operación, podrían presentar un daño más extenso en el cerebro, la enfermedad podría haber evolucionado hasta el punto de no poder ser revertida por cirugía.