La dieta inflamatoria correlaciona con el riesgo de padecer cáncer colorrectal

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•    El estudio engloba información de 12 provincias españolas diferentes

 

Investigadores del programa de Mecanismos Moleculares y Terapia Experimental en Oncología (Oncobell) del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) y del Instituto Catalán de Oncología (ICO), junto con el Instituto de Investigación Sanitaria Biodonostia (IIS Biodonostia), entre otros, han publicado en Nutrients los resultados de un estudio multicéntrico que correlaciona la dieta inflamatoria y la dieta antioxidante con el riesgo de padecer cáncer colorrectal y cáncer de mama. La investigación cuenta con la Dra. Mireia Obón-Santacana del IDIBELL-ICO como primera autora, y ha sido liderada por la Dra. Pilar Amiano, investigadora en IIS Biodonostia, y el Dr. Víctor Moreno, jefe del grupo en cáncer colorrectal del IDIBELL. Los tres investigadores pertenecen, asimismo, al Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP). Parte del estudio se ha podido realizar gracias a la financiación de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).

 

«Hemos observado una asociación entre el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal y el potencial inflamatorio de la dieta. Es decir, que los participantes que siguen una dieta inflamatoria tienen casi el doble de riesgo de desarrollar cáncer colorrectal, que es el 4º más frecuente mundialmente», explica la Dra. Mireia Obón. «En cambio, no hemos apreciado un aumento significativo del riesgo en cáncer de mama. Por ello, será necesario llevar a cabo más estudios para comprobar si realmente hay alguna correlación con otros factores», añade.

 

Una dieta inflamatoria se caracteriza generalmente por el consumo de carbohidratos refinados, carne roja y procesada, y grasas saturadas o trans. En una dieta antioxidante predomina el consumo de verduras, legumbres, frutas y frutos secos. «En este estudio nos hemos centrado en el papel de la dieta, y concretamente en su potencial inflamatorio y su capacidad antioxidante, ya que hay evidencia de que tanto la inflamación crónica como el estrés oxidativo influyen en el desarrollo de estos dos tipos de cáncer», comenta el Dr. Víctor Moreno, que también es miembro de la facultad de medicina y ciencias de la salud de la Universidad de Barcelona (UB).

«Tener una dieta proinflamatoria y prooxidante es un factor de riesgo muy importante en cáncer de colon. La parte positiva es que se trata de un factor modificable y que, por tanto, se puede cambiar», explica la Dra. Obón. «Así pues, para prevenir estos tipos de cánceres, es muy importante seguir las recomendaciones de los organismos oficiales y agencias internacionales. Debemos orientar nuestros hábitos alimenticios hacia una dieta Mediterránea, rica en frutas y verduras, frutos secos, cereales integrales y aceites saludables, como el aceite de oliva y alejarnos de una alimentación más proinflamatoria», argumenta.

 

En conclusión, lo que propone la investigadora IDIBELL-ICO es «implementar estrategias de educación nutricional con la ayuda de profesionales de la nutrición y de la salud, de tal manera que la población pueda seguir las recomendaciones dietéticas y cambiar sus hábitos”.

 

Para este estudio, los científicos han analizado específicamente la población española con el Índice Inflamatorio Dietético (DII) y la Capacidad Antioxidante No-Enzimática (NEAC), que son dos herramientas útiles y validadas para estimar el potencial inflamatorio y el potencial antioxidante de la dieta. Para llevar a cabo el estudio, se han incluido 1.852 casos de cáncer colorrectal y 1567 casos de cáncer de mama, junto con 3447 y 1487 casos control, respectivamente. El estudio está basado en datos de 12 provincias españolas.

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