Más sensible no es siempre mejor. En su último trabajo en Annals of Oncology, un equipo nacional de investigación liderado por investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) – Instituto Catalán de Oncología (ICO) ha demostrado que la utilización de nuevas técnicas de análisis mutacional que permiten la cuantificación de alelos mutados no mejora el rendimiento predictivo de las técnicas empleadas actualmente. El estudio presenta los resultados del ensayo clínico de fase II ULTRA, liderado por el Dr. Ramon Salazar, coordinador del programa Oncobell, y reafirma la validez de los estudios mutacionales actuales.
Las terapias actuales en estadios avanzados de cáncer de colon y recto incluyen la utilización de anticuerpos monoclonales contra el receptor del factor de crecimiento epidérmico EGFR (panitumumab, cetuximab). Estos fármacos son capaces de bloquear la activación de la vía de señalización molecular EGFR, que se vincula a la proliferación descontrolada de las células cancerosas. No obstante, cuando los genes implicados en la activación de la vía, pertenecientes a la familia RAS, presentan mutaciones, la vía no responde a la actuación de estos inhibidores; se trata de un caso de farmacorresistencia.
«Este hecho, sin embargo, nos aporta información clínicamente útil: la identificación de estas mutaciones de RAS nos permite identificar a los pacientes que no responderán a estos fármacos», explica la doctora Cristina Santos, primera autora del estudio. «En nuestro estudio, queríamos ir más allá y evaluar si la cantidad de alelos mutados en el tumor correlaciona con la resistencia primaria a los fármacos», añade.
El ensayo, en el que participaron 72 pacientes de cáncer colorrectal metastásico, analizó 38 puntos susceptibles de sufrir mutaciones en los genes KRAS, NRAS, BRAF y PIK3CA. El equipo de investigación IDIBELL-ICO identificó los perfiles de mutación tanto por PCR cuantitativa (qPCR), el método habitualmente utilizado para hacer estas determinaciones, como por PCR digital (dPCR) nanofluídica, un método de alta sensibilidad capaz de detectar y cuantificar mutaciones presentes en un porcentaje más bajo del 1% de la población celular. Ambos resultados se correlacionaron con los resultados clínicos de cada paciente con el fin de estimar el rendimiento predictivo de cada técnica.
«Lo que hemos visto es que, a pesar de la dPCR de alta sensibilidad identificó un mayor número de mutaciones de los genes KRAS, NRAS, BRAF y PIK3CA presentes en porcentajes inferiores en el tumor, el umbral de sensibilidad óptimo para la predicción de resistencia es del 5%, por lo que la qPCR tradicional es suficientemente sensible para estas determinaciones en el tejido tumoral «, explica la Dra. Santos.
El estudio, que ha recibido el apoyo del Grupo de tratamiento de tumores digestivos (TTD) a través de una ayuda del Ministerio de Salud, Asuntos Sociales e Igualdad, ha sido coordinado por los doctores e investigadores IDIBELL-ICO Ramon Salazar y Gabriel Capellá. Han participado 12 hospitales a nivel nacional; el Instituto Catalán de Oncología ha sido uno de los principales centros reclutadores.