Descubierto el mecanismo de acción del gen clave para la formación de los vasos sanguíneos implicado en cáncer y malformaciones vasculares

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Conocer en detalle la biología de una proteína para entender enfermedades de amplio alcance: este es el abordaje que se propuso seguir el equipo de investigación del IDIBELL (Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge) que lidera la Dra. Mariona Graupera, referente, a nivel mundial, en el campo de la investigación en formación de vasos sanguíneos (angiogénesis) y en malformaciones vasculares, que ha contado con la participación de investigadores del Instituto Catalán de Oncología (ICO-L’Hospitalet). Publicado en la revista Nature Communications -de elevada repercusión y de carácter multidisciplinar-, el último trabajo de Graupera, impulsado por la Fundación Bancaria «la Caixa», pone de relieve la importancia de la investigación básica y mecanística a la hora de entender el papel deteminante de un gen y una proteína en un contexto patológico, un estadio del todo imprescindible si queremos realizar con efectividad y éxito la traslación del conocimiento científico hacia una práctica clínica que contribuya a la mejora de la salud de las personas.

 

Sólo en el caso de las malformaciones venosas, se conoce que una de cada 5.000 personas nacen con esta patología, y no existe, por el momento, ninguna cura totalmente efectiva. Estas malformaciones se caracterizan por la presencia de vasos sanguíneos dilatados y deformes, que tanto pueden aparecer bajo la piel, causando dolor y desfiguración, como profundos en el cuerpo, dando lugar a varios problemas graves de salud.

 

Estudios previos del grupo de Graupera, entre otros, ya demostraron que una serie de mutaciones en el gen PIK3CA, las que provocan una ganancia de función (o una sobreactivación) de la proteína para la que codifica (y que recibe el nombre de PI3Ka), están implicadas tanto en cáncer como en patologías de sobrecrecimiento, tales como el crecimiento desmesurado de los vasos sanguíneos y las malformaciones venosas a las que nos referíamos.

 

Para entender el mecanismo a través del cual estos errores genéticos desembocan en la manifestación de estas patologías severas, el estudio recientemente publicado ha propuesto describir la biología completa de PIK3CA.

Trabajando con tres modelos experimentales que han aportado información complementaria, los investigadores han elaborado un mapa de las funciones de este gen, y han descrito los efectores biológicos mediante los cuales las realiza. En concreto, se han utilizado ratones, peces cebra y células en cultivo, y en los tres modelos se ha abordado el problema provocando una pérdida de función del gen de interés, con el fin de describir los procesos para los que resulta imprescindible su presencia, y que conducen a la formación de los vasos sanguíneos.

 

Los últimos resultados obtenidos se suman al conocimiento que aportaron estudios anteriores, publicados en los últimos años. En uno de estos, los investigadores modificaron ratones genéticamente para introducirlos una mutación de ganancia de función de PIK3CA, que resultó en el desarrollo, de forma inesperada, de malformaciones venosas. Según Graupera, «caracterizar, con el máximo detalle posible, los mecanismos de acción de este gen nos acerca a la estrategia terapéutica de los enfermos que presentan mutaciones activadoras de PIK3CA y un crecimiento excesivo de los vasos sanguíneos». Esta capacidad tiene vínculos evidentes con el cáncer, ya que los tumores, para progresar y diseminarse, necesitan formar nuevos vasos sanguíneos.

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