En Europa hay unos 2 millones de personas con Encefalopatía Hepática mínima, unas 200.000 en España. La mayoría de ellos están sin diagnosticar de forma que no se puede evitar la progresión de la enfermedad con el deterioro cognitivo y motor que esto supone. Vicente Felipo, investigador del Centre Príncipe Felipe de Valencia ha explicado el 10 de mayo sus avances en la investigación de este desorden en una conferencia dentro el ciclo de seminarios IDIBELL.
“Lo principal es detectar la HE mínima a tiempo” ha explicado Valencia, y es que la mayoría de los pacientes están sin diagnosticar por qué esta variedad de la HE no presenta síntomas. Actualmente sólo se diagnostica a través de pruebas psicométricas y normalmente, sólo las hacen los patólogos de centros dónde se investiga la HE”.
El laboratorio de Felipo ha encontrado un marcador en sangre que podría funcionar para diagnosticar la HE mínima con una analítica de sangre. Según ha explicado están trabajando en el desarrollo de una herramienta diagnóstica que se pueda utilizar en cualquiera hospital. Por otra parte, Vicente Felipo intenta identificar los mecanismos que conducen a la HE mínima para revertir el deterioro cognitivo y motor. “Ya hemos encontrado algunos mecanismos al cerebro responsables de determinados tipos de deterioro cognitivo y motor. Y hemos conseguido revertirlos farmacológicamente en ratas”.
“Ahora la idea es trasladar estos ensayos a la clínica” ha explicado Felipo. “Si podemos mejorar la capacidad cognitiva y motora de los pacientes con HE mínima, podríamos retrasar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida de los pacientes”.