La insuficiencia cardíaca es el principal motivo de ingreso en el hospital y uno de los problemas de salud que está creciendo más a medida que las personas vivimos más tiempo. El jefe de la Unidad de Insuficiencia Cardiaca y Trasplante Cardiaco del Hospital Universitario de Bellvitge e investigador del grupo de Enfermedades Cardiovasculares del IDIBELL, Nicolás Manito, habló sobre insuficiencia cardiaca el 7 de mayo en la biblioteca de Bellvitge, ante un público general, mayoritariamente vecinos del barrio.
Manito empezó la conferencia explicando la anatomía del corazón, un músculo que permite bombear la sangre por todo el cuerpo y garantizar su oxigenación en los pulmones. El cardiólogo comparó los nervios que controlan el movimiento cardíaco con cables eléctricos y las arterias, con tuberías que reparten la sangre por el cuerpo.
Factores de riesgo
El médico hizo hincapié en los factores de riesgo que provocan insuficiencia cardiaca. Los hay que son no modificables, como los factores hereditarios, la edad y el sexo (los hombres tienen más probabilidades de padecerla). También hay factores modificables, y en este sentido Manito destacó que «podemos hacer mucho para reducir el riesgo de padecer enfermedades del corazón». La obesidad, la hipercolesterolemia, la hipertensión, la diabetes, el tabaquismo, el consumo de alcohol y el sedentarismo son los factores modificables relacionados con las enfermedades cardíacas, que pueden dar lugar a la obstrucción de las arterias coronarias. Si la obstrucción no es total, se puede producir una angina de pecho. Si lo es, un infarto. Las secuelas se manifiestan en forma de insuficiencia cardíaca, porque el corazón ya no es capaz de bombear la sangre de manera correcta.
Cuando la enfermedad aparece, hay que eliminar los factores de riesgo y hacer ejercicio. «Antes se recomendaba el reposo, pero ahora aconsejamos llevar una vida activa», explicó el cardiólogo. «Una persona con insuficiencia cardíaca no podrá hacer una maratón pero sí podrá caminar, ir en bici, correr de manera moderada o nadar», explicó Manito». Otra recomendación es reducir la ingesta de sal, de azúcares y de grasas y, contrariamente a lo que muchos piensan, incluso algunos médicos, de agua. Otro factor de riesgo que hay que evitar es el estrés. La recomendación del especialista: «llevar una vida activa físicamente y relajada mentalmente».
El trasplante
Además de reducir factores de riesgo, el cardiólogo de Bellvitge destacó que en los últimos años han aparecido nuevos fármacos que permiten controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Hay veces, sin embargo, que la medicación no hace efecto. En estos casos, acaba siendo necesario hacer un trasplante de corazón. Manito destacó que «cada vez estamos trasplantando pacientes más graves», y que «uno de cada tres trasplantes son urgentes». Hasta que llega el trasplante, a menudo es necesario colocar un corazón mecánico, que permite mejorar de manera significativa la calidad de vida de los enfermos. Manito destacó que estos dispositivos son cada vez más pequeños y «están ahorrando la realización de trasplantes». Manito destaca que el principal problema de estos dispositivos de última generación es su coste, que alcanza los cien mil euros, lo que «limita su uso».