El Seminario IDIBELL del pasado 5 de Octubre, “Diferenciación de los elementos sensoriales del oído interno de vertebrados: factores de crecimiento y regeneración”, fue impartido por el Dr. Matías Hidalgo Sánchez, doctor de Biología por la Universidad de Extremadura. La conferencia tuvo lugar en la Sala de Actos de la Universidad de Barcelona (Campus Bellvitge).
El oído interno está formado por una serie de cavidades unidas entre sí. Existen elementos sensoriales, como las crestas, así como máculas y la parte auditiva. Para entender cómo funciona el oído interno, es necesario conocer cómo se forma en su desarrollo embrionario en el que se va produciendo una morfogénesis del oído. No todos los oídos internos son iguales. En nuestra evolución fue clave que los peces se movieran en otros medios, como mar abierto y la vuelta la tierra. En las aves, adoptan una complejidad ya que tienen que dominar el aire.
Para abordar el conocimiento del oído interno se realizó un experimento, en el que se intercambian durante la fase embrionaria, la zona correspondiente del oído interno entre un embrión de pollo y otro de codorniz.
Si fusionamos todas las máculas y las crestas, nos queda una única mácula central. “Los saltos evolutivos deben de aparecer en todos los modelos que estamos planteando”, comenta el Dr. Hidalgo.
El sentido sensorial aparece, evolutivamente, más adelante. Ocurre en los anfibios. A partir de una vesícula óptica se desarrolla el resto de elementos sensoriales. En la creación de estos elementos sensoriales hay dos hipótesis. Una sería por subdivisión de un dominio pan-sensorial y, por otra parte, por una creación de novo, diferente de los elementos sensoriales. En la teoría pan-sensorial, se supone que el oído de las aves vendría de un oído primitivo de un vertebrado ancestral.
Terapia molecular y celular. ¿Es posible la regeneración del oído interno?
En el año 2000 se descubrió que las células ciliadas del oído interno, en el caso de las aves, sí se podían regenerar. Anteriormente se pensaba que no era posible. Se supone que el origen del oído son los neuroblastos.
Se propuso que la regeneración de las células ciliadas del oído interno en las aves podría tener lugar mediante dos mecanismos: transdiferenciación directa o mediante un paso intermedio.
“Diversos grupos de investigación están buscando marcadores de células madre del oído interno, para ver si es posible su regeneración.”, comenta el Dr. Hidalgo. Algunos de los posibles marcadores son el Lgr4 y Lgr6, que se encuentra en las crestas del oído interno. El Lgr5 se encuentra en todos los elementos sensoriales. Mientras que el Lgr7 no se encuentra en ninguno de los elementos sensoriales.
“Vamos a estudiar con el grupo del Dr. Llorens si hay alguna transdiferenciación de las células, para ver las posibilidades de regeneración del oído interno. En el caso de mamíferos, de momento, no se ha demostrado su regeneración. Pero el estudio de marcadores con aves nos puede dar las pistas para el estudio en humanos”, concluyó Hidalgo.