¿Qué provoca que los bilingües cambien de lengua?

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El conocimiento y la competencia que una persona bilingüe tiene de las dos lenguas, el contexto en el cual las habla o los cambios inconscientes en su uso son los factores que hacen que las personas que hablan indistintamente castellano y catalán cambien de una lengua a la otra. El grupo de Cognición y Plasticidad Cerebral del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), liderado por Antoni Rodríguez-Fornells ha diseñado un cuestionario que permite entender las diferencias individuales entre personas bilingües a la hora de hacer el cambio de lengua (switching).

El estudio se ha realizado en una muestra de 566 estudiantes universitarios bilingües castellano-catalán y se ha publicado en el último número de la revista Frontiers in Psychology. Este cuestionario ya se está empezando a usar en individuos bilingües de Montreal, al Canadá, que hablan inglés y francés, en Finlandia (bilingües fineses-suecos), en Francia y también en la India. Antoni Rodriguez-Fornells advierte que “es necesario tener en cuenta que el bilingüismo depende de la situación sociolingüística de cada zona o región dónde se da. Por ejemplo, la situación del catalán en Cataluña no es ahora la misma que hace 60 años; en el País Vasco no se dan tantas situaciones de cambio entre lenguas porque el euskera no se habla tan frecuentemente como el catalán y, en Bélgica, por cuestiones políticas, tampoco conviven del mismo modo el francés y el flamenco”.

Una vez hecha esta puntualización, el estudio determina varios factores que hacen cambiar al individuo de lengua. El primero es la competencia que cada hablante tiene de cada una de las lenguas. Cuando el bilingüe habla catalán usa a veces una palabra en castellano porque no encuentra la palabra idónea en catalán, y al revés. El siguiente factor es el contexto en qué se encuentran: la persona con quien se habla o el tema que se trata, que harán que se use una lengua u otra. Y, finalmente, cambios inconscientes de una lengua a la otra. Son cambios que no pueden ser explicados ni por motivos lingüísticos ni sociolingüísticos. «Estos cambios no intencionales o inconscientes”, sugiere Rodríguez-Fornells, “pueden estar relacionados con una carencia de control cognitivo del cerebro. De forma automática, cambiamos de una lengua a otra, sin motivo aparente”. El control cognitivo es una de las habilidades más importantes y hace referencia a la capacidad que tenemos de monitorizar nuestros comportamientos, de prever los errores, planificar las acciones e inhibirlas si es necesario y de estar pendientes de los cambios y conflictos que aparecen en nuestro entorno. Por lo tanto, esta habilidad requiere de un sistema que monitoriza constantemente nuestro comportamiento y el efecto que tiene en el entorno. En algunos casos, los cambios de lengua pasan desapercibidos y una posible hipótesis es que estén relacionados con estos aspectos de control cognitivo.

Un segundo artículo sobre este tema se publicó el mes de diciembre pasado, en la misma revista, usando también este cuestionario de cambio entre lenguas, esta vez en bilingües fineses-suecos (Soveri, Rodriguez-Fornells, Laine, 2011).

 

Bilingüismo y cognición

El grupo que dirige Antoni Rodríguez-Fornells en el IDIBELL intenta averiguar si el conocimiento y el uso de una segunda lengua, el bilingüismo, puede potenciar habilidades cognitivas, cómo puede hacer cambiar el cerebro y si puede ser positivo o no como estrategia de neurorehabilitación, entre otras cuestiones. Rodríguez-Fornells explica que “para algunos autores el cambio entre lenguas que se observa en algunos grupos, por ejemplo entre hermanos de familias bilingües, puede ser negativo en el sentido que se pierde riqueza lingüística, pero, para otros, esta capacidad de cambiar de una lengua a otra (switching) con mucha rapidez puede ser incluso un aspecto positivo (algunos incluso dicen que creativo), y se podría transferir a otras funciones cognitivas y hacer que el cerebro sea más flexible en su control cognitivo».

Entre los que ven este componente positivo del bilingüismo, Rodriguez-Fornells destaca el grupo de la investigadora Ellen Byalstock, “que ha publicado algunos artículos que sugieren que el hecho de tener una segunda lengua puede ser una reserva cognitiva que nos hace tener más recursos para afrontar procesos de envejecimiento o enfermedad.” En todo caso, ha advertido el investigador, “todavía estamos empezando a estudiar los efectos del bilingüismo en el cerebro humano y hay que tener en cuenta que según las lenguas, las sociedades y el entorno político el bilingüismo es de una manera u otra y es de esperar que esto tenga efectos diferenciales en el desarrollo del cerebro en los niños”.

 

Referencia de los artículos

Rodríguez-Fornells A.*, Krämer U.M., Lorenzo-Seva U., Festman J. And Münte T.F. Self-assessment of individual differences in language switching. Frontiers in Psichology. 10 January 2012. Doi: 10.3389/fpsyg.2011.00388.

Soveri, A., Rodríguez-Fornells*, A., Laine, M. (2011). Is there a relationship between language switching and executive functions in bilingualism? introducing a within group analysis approach. Frontiers in Psichology.2:183. doi: 10.3389/fpsyg.2011.00183.

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